Thursday, June 02, 2005

El 15% de las muertes en Andalucía y el 18% en Extremadura están relacionadas con el tabaco

La salud de las mujeres empeorará en los próximos años a consecuencia del cigarrillo

El tabaquismo representa uno de los principales problemas de salud pública. Es la primera causa aislada de enfermedad y mortalidad prematura, además del primer factor individual de riesgo de enfermedad prevenible.

En España, los cigarrillos son responsables del 20% de todas las muertes en todas las edades, lo que representa más de 12 veces a las acontecidas por accidente de tráfico. También supone el 25% de los fallecimientos en el segmento de edad de entre 35 y 64 años.

Asimismo, el tabaquismo pasivo causa cada día dos muertes en España, la mayoría por cáncer de pulmón y enfermedades coronarias y es causante de numerosas agudizaciones en pacientes asmáticos. Las fuentes de exposición al humo de tabaco ambiental son fundamentalmente la laboral y la doméstica

Según explicó el Dr. Francisco Álvarez, presidente del NEUMOSUR, “si no se implantan medidas y las tendencias siguen como hasta ahora, antes del año 2020 el tabaco será la causa del 20% de todos los fallecimientos producidos en el conjunto de Europa”.

El especialista reconoce que el 50% de las personas que fuman de forma habitual fallecerán a causa del tabaco, la mitad de ellos a mediana edad y la otra mitad en edad avanzada. “El humo del tabaco aumenta el riesgo de padecer numerosos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y respiratorias, bajo peso al nacer de los niños de madres fumadoras y muerte súbita del lactante, además de un gran número de problemas de salud que afectan a la calidad de vida del fumador”.

Para la Organización Mundial de la Salud, fumador es todo sujeto que ha fumado cualquier cantidad de cigarrillos en el último mes y considera al tabaquismo como una enfermedad adictiva, crónica, recurrente y tratable. La nicotina contenida en el tabaco es la sustancia psicoactiva causante de la dependencia por el tabaco y tiene una capacidad de adicción comparable a la de las anfetaminas, cocaína o heroína. No obstante, quien realmente produce el daño a la salud son los alquitranes, hidrocarburos policíclicos, monóxido carbono y otras sustancias del tabaco.

Los productos del tabaco suponen un coste mundial de al menos 200 mil millones de dólares al año, causan increíbles sufrimientos a las personas y familias, imponen unos costes considerables a la economía de los países y son responsables de gran parte de la degradación ecológica y de los incendios. Las significativas pérdidas económicas son debidas, fundamentalmente, al abandono prematuro de la vida productiva y a los elevados costes de tratamiento de las enfermedades relacionadas con el tabaco.

Las encuestas revelan que el consumo de tabaco aumenta cada vez más en las mujeres, mientras que se mantiene en los hombres. Si esta tendencia continúa, el número de muertes se incrementará de forma exponencial entre las mujeres y así lo confirman los últimos estudios, que indican un aumento más rápido del cáncer de pulmón en las mujeres que en los hombres.

Si, por ejemplo, se considera el número total de muertes por cáncer de pulmón acaecidas en la Unión Europea en 1973 y en 1992, se produce un ligero incremento entre los hombres (de 107.056 a 140.782) mientras que entre las mujeres casi se ha duplicado (de 18.822 a 36.772). Además, un número creciente de investigaciones indican que, a igual situación (cantidad y duración del consumo), las mujeres pueden ser más vulnerables que los hombres al cáncer de pulmón.

Por todo ello es de esperar que estas cifras sean aún más alarmantes en la próxima década para las mujeres, debido a la adicción relativamente reciente de una proporción elevada de mujeres jóvenes al tabaco y que disminuya la tasa de mortalidad entre los varones de edad intermedia, al igual que ha ocurrido en otros países europeos.

Además del cáncer de pulmón el cáncer de laringe es muy frecuente relacionándose su desarrollo directamente con el consumo de cigarrillos. Este tipo de cáncer es especialmente dramático por las alteraciones que produce en estos pacientes que se ven abocados, en un número importante de los casos, a laringuectomías totales y traqueotomías permanentes con mutilación de algo tan importante e inherente a la condición humana como es la pérdida de la voz.


El tabaquismo en Andalucía



Según datos de la Encuesta Andaluza de Salud aportados por el Dr. Francisco Casas Maldonado, de la Consulta de Tabaquismo del Servicio de Neumología del Hospital Universitario San Cecilio de Granada, cada año el consumo de tabaco ocasiona en nuestra comunidad 10.000 muertes: 41% por neoplasias (64% de ellas por cáncer de pulmón), 32% por enfermedades cardiovasculares y 26% por enfermedades respiratorias.

Casas Maldonado explicó que el 34.4% de la población andaluza mayor de 16 años se declara fumadora activa (38% de los hombres y 29% de las mujeres) y un 13% dicen ser exfumadores. Además, es significativo como en sólo dos años (1998-2000) en Andalucía ha aumentado en cinco puntos el número de mujeres que se declaran fumadoras diarias (23,6% en 1998 y 28,8% en el año 2000) mientras que el consumo entre los hombres se mantiene estable, cuando no desciende un poco (38%).

No obstante, existen grandes diferencias por edad modificándose drásticamente esta tendencia en el grupo de 16 a 24 años donde fuman más las mujeres (37%) que los hombres (33%). Estos datos desgraciadamente podrían empeorar en los próximos años. Estudios realizados en nuestra comunidad confirman que entre los 11 y 14 años hay más chicas fumadoras que chicos y que alrededor del 55-60% de los escolares han probado el tabaco al menos una vez.

Otro hecho de enorme interés es el papel que los profesionales sanitarios en general, y los médicos en particular, tienen como modelos de comportamiento en lo referente a los hábitos de salud y, particularmente, frente al tabaquismo. Este mismo papel también lo tienen los profesionales de la educación.

Por tanto, las estrategias de prevención y control del consumo de tabaco, en opinión de los expertos consultados, deben dirigirse a:

• Mujeres, adolescentes y escolares, grupos a los que las compañías tabaqueras dirigen su presión de forma especial con la publicidad.
• Reducir el tabaquismo entre profesionales de la salud y de la educación.
• Reforzar todas las propuestas y medidas legales dirigidas contra las compañías tabaqueras.
• Protección real del fumador pasivo, esto es, aire libre de humo de tabaco: prohibición efectiva del consumo en lugares públicos, restaurantes, centros de ocio, aeropuertos, centros sanitarios, etc.
• Aumento del precio del tabaco. Otro hecho que no hay que olvidar es que el propio estado, que recauda impuestos, debiera destinar estos mismos impuestos a cubrir los gastos que genera el consumo de tabaco sobre el sistema sanitario.



Datos de Extremadura



En Extremadura el 18% del total de muertes es atribuible al consumo de tabaco, lo que representa la primera causa de mortalidad evitable en esta comunidad autónoma, según información ofrecida por la Dra. Francisca Márquez Pérez, Neumóloga de la Unidad de Tabaquismo del Hospital Universitario Infanta Cristina de Badajoz.

La Dra. Márquez añadió que “según los datos que recoge, en los diez años transcurridos entre 1990 y 2000 fallecieron casi 20.000 personas a causa de enfermedades relacionadas con el consumo del tabaco. El humo se llevó cinco extremeños cada día en ese período”.

Asimismo indicó que, por primera vez en 20 años, las muertes atribuibles al tabaco han descendido en España. “Los últimos datos disponibles, correspondientes al año 2001, han registrado 1.380 fallecimientos menos, hombres en su mayoría. Sin embargo, un nuevo estudio resalta que este descenso es leve y que las cifras continúan siendo alarmantes: los cigarrillos causan una de cada seis muertes”, apuntó la neumóloga.


Otro factor preocupante es el aumento del consumo de tabaco en los menores. La Dra. Márquez precisó que el porcentaje de alumnos que no han fumado nunca, ha descendido de 43% a 35% en un periodo de 2 años. Además, la edad de consumo del primer cigarrillo se encuentra en los 12,8 años y la de consumo regular en 14. “Esto hace patente la necesidad de dirigir grandes esfuerzos hacia la prevención del consumo de tabaco”.


Más información y entrevistas:
Karla Islas Pieck
Dep. Prensa y Comunicación NEUMOSUR
karla@rmcomunicacion.com
660.48.58.87
902 365 306

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